martes, 25 de junio de 2013

El reinado de Felipe V (1700-1746)

Durante los siglos XVI y XVII gobernaron España los monarcas de la Casa de Habsburgo ("los Austrias"), el último de estos fue Carlos II "el Hechizado", quien murió sin dejar descendencia; antes de ello cedió los derechos al trono a Felipe V, el Duque de Anjou (Borbón menor), un sobrino nieto del Rey Luis XIV de Borbón (Borbón mayor), el poderoso Rey Sol de Francia. Esto motiva el comienzo de la Guerra de Sucesión en Europa y que finalizó con la Paz de Utrecht en 1713: el reinado de un Borbón en España rompía el equilibrio geopolítico en Europa. Potencias como Inglaterra, Portugal y Austria no se resignaban a que Francia tuviera tanta influencia sobre España y alentaron al Archiduque Carlos de Habsburgo para tomar el poder. La guerra estalló en 1702 y tuvo varios frentes, Francia utilizó todos sus recursos para sostener a Felipe V en el trono español. Después de una década de guerra, la Corona Británica se mostró dispuesta a terminar el enfrentamiento que la agotaba económicamente y que causaba gran descontento en su población por la elevación de impuestos que sufría, por ello firmó en 1711 con Francia los preliminares de Paz, en los que reconocía a Felipe V como Rey de España. El agotamiento de los bandos en conflicto aceleró la firma de la paz definitiva en el Tratado de Utrecht de 1713. Sus principales acuerdos fueron:
  • Inglaterra conserva Menorca y Gibraltar, ocupadas durante la guerra (cedidas por España), Nueva Escocia, la bahía de Hudson y Terranova (cedidas por Francia), la isla de Saint Kitts en el Caribe, el derecho de Asiento de Negros (un monopolio de treinta años sobre el tráfico de esclavos negros con la América española) y el Navío de Permiso (la posibilidad de ingresar un barco anualmente con 500 ts. de mercancías para comercializar con las colonias, concedidos por España).
  • Portugal obtiene la devolución de la Colonia del Sacramento (Uruguay), ocupada por España durante la guerra.
  • Austria obtiene los Países Bajos españoles, Milán, Nápoles y la Isla de Cerdeña (cedidos por España). El Archiduque Carlos de Austria, ahora emperador, renuncia a cualquier reclamación del trono español.
  • Felipe V obtiene el reconocimiento como rey de España por parte de todos los países firmantes en tanto que renuncia a cualquier derecho al trono francés; en realidad lo que se estipulaba era que no debían NUNCA estar las dos coronas en una. España conserva sus posesiones americanas y asiáticas.
La potencia más beneficiada con este Tratado fue Inglaterra que además de sus ganancias territoriales, obtuvo grandes ventajas económicas que le permitieron romper el monopolio comercial de España con sus colonias y pudo contener las ambiciones territoriales y dinásticas de los Borbones franceses.
La nueva dinastía borbónica decidió aplicar una serie de medidas para revertir la decadencia del imperio español para lo que era necesario algunas reformas políticas, militares y eclesiásticas. La principal preocupación del grupo de ministros encargados de la recuperación fue el progreso económico de las colonias y el país.
  • Se promovió y protegió la industria manufacturera dentro de España.
  • Se desarrolló la marina de guerra, con nuevos barcos y armas.
  • Se aprovisionó y reorganizó el ejército.
  • Se fomentó la agricultura.
  • Se incentivó la actividad ganadera.
  • Se crearon nuevos monopolios, como el del tabaco (se fijaba una zona de plantación de tabaco, y se obligaba a los cultivadores a venderlo solamente a España).
  • Se aumentó la presión sobre los tributos exigidos a los indígenas.
  • Se aumentó la explotación y exportación de productos coloniales, tales como el azúcar de Cuba, el cacao de Venezuela, la plata extraída del Potosí y el cuero del Río de la Plata.
  • Se separaron dos territorios dentro del virreinato del Perú: el Virreinato del Río de la Plata (con 8 intendencias internas y capital en Buenos Aires) y el Virreinato de Nueva Granada. La intención de esta medida era la de asegurar un mejor dominio y defensa de esta zona austral contra las potencias extranjeras como Inglaterra y Portugal, que amenazaban con el contrabando de diversas mercancías.
  • Se creó el primer Consulado para el fomento del comercio colonial. El primer cónsul fue el abogado Manuel Belgrano.
  • Se ampliaron a 24 la cantidad de puertos abiertos al comercio que hasta ese entonces eras sólo dos. La intención era conseguir una relación comercial más fluida con las colonias, de tal manera que el comercio ilegal disminuyera.

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